Fisioterapia en EntreÁlamos: más cerca de usted
Por Jorge Manuel Gómez Benitez y Elisabeth Zorrilla Rodriguez – Fisioterapeutas de EntreÁlamos
Afortunadamente, desde hace unos años, cada vez son más las personas que entienden que un estilo de vida saludable es fundamental para llegar a la última etapa de nuestra vida con ciertas facultades físicas y mentales que nos hagan vivir ese tiempo felices, satisfechos y útiles para con los demás. La actividad física es una de las herramientas que nos ayudará a conseguir este objetivo, la cual deberemos ir adaptando, según pasa el tiempo, a nuestras necesidades pero sobre todo a nuestras capacidades.
A medida que vamos envejeciendo, somos más conscientes de que el ejercicio físico es necesario para mantener una buena salud pero, a pesar de que nos produce cierto placer el realizarlo, no resulta fácil llevarlo a cabo; la falta de tiempo por atender obligaciones laborales, familiares… pero sobre todo el esfuerzo que supone, mermadas ya ciertas facultades físicas, nos obliga a realizar un ejercicio de verdadera superación para evitar caer en la frustración y el abandono. En la última etapa de nuestra vida, cuando a todo lo anterior le sumamos la presencia de alguna lesión o patología, el realizar ejercicio físico de forma regular supone un reto para el que muchos necesitarán algo de ayuda.
En el Centro Residencial de Mayores Entrealamos entendemos que la Fisioterapia en la tercera edad no debe centrarse únicamente en el tratamiento de las lesiones o patologías propias de esta edad, sino que además debe ser el agente facilitador para que estas personas puedan seguir realizando una actividad física con el máximo confort, que les permita mantener una vitalidad suficiente para afrontar sus actividades básicas de la vida diaria con plenas garantías de éxito.
¿Cómo abordamos como profesionales, el tratamiento con personas de edad avanzada?
Si bien es cierto que el trato individualizado debe ser algo común a todas las edades, en este caso cobra especial relevancia debido al perfil pluripatológico de nuestros pacientes y la presencia, en muchas ocasiones, de múltiples tratamientos farmacológicos. Así la anamnesis deberá ser muy precisa para detectar los factores de riesgo y peculiaridades de cada paciente que harán que su tratamiento y programa de trabajo, seguramente, difiera de cualquier otro.
Es fundamental crear un ambiente de respeto y confianza, donde fluya una comunicación permanente entre paciente y terapeuta que sirva para establecer los objetivos a conseguir (siempre dentro de las posibilidades reales) y las estrategias que se emplearán, contando en todo momento con la opinión y aprobación del paciente. Saber establecer objetivos a corto plazo, que se logren con relativa facilidad y que vayan orientados a alcanzar metas más complejas, proporcionará la motivación e implicación necesarias para que el tratamiento sea mantenido durante todo el tiempo necesario, aun cuando se vean lejos los objetivos deseados. De igual modo, en todo momento, nuestras estrategias deberán ir adaptándose a los cambios que se vayan produciendo, fruto del progreso de nuestro tratamiento o de la eventual aparición de algún factor que nos obligue a replantearlas.
Por último, todo esto debe entenderse dentro de un marco multidisciplinar pues no hay que olvidar que además del ejercicio físico, el seguir una dieta equilibrada, llevar un riguroso control de factores de riesgo y un seguimiento adecuado de las patologías que estén presentas, contribuirá a la consecución de la meta final.
(Más información en nuestro apartado de Fisioterapia)