La piel de los pacientes geriátricos sufre una serie de cambios funcionales y estructurales que la hace más sensible a las agresiones externas. En general, hay una pérdida de la secreción sebácea natural, protectora de la piel, una capacidad de regeneración disminuida, y una menor vascularización. Esto produce habitualmente una serie de alteraciones: Xerosis (piel seca). La piel se vuelva mucho mas seca y se deshidrata con facilidad debido a la disminución de la secreción sebácea natural. Esto favorece la aparición de arrugas y disminuye la funcionalidad de la piel. Prurito (picor) senil o secundario a fármacos y Eritema.
Para el tratamiento de estas afecciones, leves o moderadas, la farmacología de los productos naturales ha demostrado su efectividad, en concreto, las cremas a base de Caléndula han demostrado disminuir significativamente el eritema cutáneo con una reducción considerable del picor y un incremento significativo de la firmeza e hidratación de la piel. En el caso de las cremas con extracto de Camomila, han demostrado que su aplicación durante 8 semanas disminuye significativamente la hipersensibilidad de la piel, con efecto antihistamínico moderado, disminuyendo el picor y la inflamación.
Otras alteraciones frecuentes pero más importantes son la Dermatitis del pañal en pacientes con incontinencia y las Ulceras por presión o rozamiento. El pañal produce unas condiciones de humedad y calor que ocasionan dermatitis con o sin eritema que tienden a infectarse especialmente por hongos. Las Ulceras de presión o de rozamiento aparecen especialmente en pacientes inmovilizados, causada por la falta de aporte sanguíneo en una zona de la piel sometida a presión y que evoluciona a herida necrótica (muerte del tejido afectado). Para el tratamiento de estas alteraciones leves o moderadas las cremas a base de Oxido de Zinc (las mismas que para el cuidado de la zona en el bebé) han demostrado incrementar significativamente la reepitelización, sanación de heridas y ulceras en pacientes geriátricos a la vez que evitan la proliferación de microorganismos, especialmente micosis como la Candidasis.
El uso de cremas a base de Miel para el tratamiento de heridas por quemaduras ha sido bastante analizado en los últimos años con diversos estudios que muestran mejores resultados globales de sanación aun teniendo menor control microbiológico respecto a cremas antimicrobianas como el acetato de manfenida .
El uso de Aloe también ha sido bastante estudiado a nivel tópico. Los estudios publicados muestran cómo estimula la regeneración de las células dérmicas, epidérmicas y de colágeno. El estudio comparativo de la aplicación de Aloe respecto a corticoides en Psoriasis leve o moderada ha demostrado una mejor efectividad y eficacia que la Triamcinolona al 0,1%. Además se ha mostrado muy útil en el tratamiento de Xerosis y dermatitis atópica por sus propiedades antiinflamatorias y antifúngicas.
El Aceite de Jojoba, que en realidad es una cera liquida, también ha demostrado una más que efectiva actividad regenerante en heridas, proponiéndose en algunos estudios publicados como tratamiento de primera elección en las mismas ya que favorece su cierre, estimula la producción de colágeno y ha demostrado buena actividad antiinflamatoria en diversos modelos experimentales.