Febrero de 2023
A la Residencia EntreAlamos
Aquí estuvo Herminia Moya.
Vino con 88 años, de vivir sola en su piso semi/autónoma, con su brazo escayolado (por una caída), flacucha de no comer muy bien y cierto grado de Alzheimer.
Animosa pero con algo de dudas e incertidumbre.
Por supuesto, con su particular elegancia al vestir, donde no le faltaban sus collares, pulseras, pendientes, bolso, algo de tacones, etc., que llevó casi todo el tiempo que vivió aquí.
Educada, religiosa y respetuosa, pronto se ganó el cariño y aprecio de residentes y trabajadores.
También se adaptó deprisa a su nueva vida, gracias al apoyo, cuidados, estímulos, acompañamiento y dedicación del buen equipo del centro. Fue rehabilitada de su brazo y bien repuesta de salud y aspecto gracias a la buena alimentación, ejercicio y adecuada administración de medicamentos.
Siempre me decía que estaba muy a gusto, que vivía en un palacio rodeado de naturaleza, como siempre le ha gustado a ella.
El contacto con ella a través del centro y las visitas ha sido siempre muy cómodo y fácil.
Ha sufrido la peor pandemia conocida en años (del Covid-19) pero la superó gracias al esfuerzo y dedicación del personal del centro.
Información puntual de situaciones y actividades del centro a familiares también ha sido recibida, muy útil e importante, sobre todo relativa a su estado de salud.
No le ha faltado ni la asistencia frecuente a misa en la propia residencia, algo vital para ella. Por ello deja donados su escultura de Ángel y su cuadro de La Inmaculada, para disfrute del resto de residentes.
Le y nos habéis hecho llevar unos últimos años felices y cómodos. Eso no tiene precio.Por todo ello, tanto ella como yo, no podemos más que felicitaros y daros las gracias, a todo el personal, por vuestra profesionalidad, atención y cariño.
Permaneceréis siempre en nuestro recuerdo.
Su hijo Juan (mi Juani, como me llamaba ella)
Granada septiembre 2022
Carta de agradecimiento al centro residencial Entreálamos
En memoria de Dª Josefa Gutierrez Hidalgo, usuaria de este centro desde junio de 2012, que desgraciadamente nos dejó el pasado 4 de septiembre, nos gustaría mostrar nuestro agradecimiento a todo el personal del centro
y a todos los usuarios que han compartido estos últimos 10 años con ella. Agradecimiento por la atención y los cuidados recibidos en este lugar, que más que su casa fue su hogar, pero sobre todo agradecimiento por la dedicación y el cariño que en general ha recibido durante este tiempo. Y nuestro agradecimiento en particular, a la persona a quien ella quería de forma especial, a Puri, o como ella le llamaba “Puray”, que en su afecto y consideración, siempre encontró un apoyo para mitigar sus dolencias y reconfortarse.
Ya solo nos queda de ella su recuerdo. El recuerdo de sus típicas frases para llamar la atención del personal, como; “Señoritaa…” “la Gutiérrez te
espera”, el recuerdo de sus quejas por las dolencias que le afectaban, y el recuerdo de su sonrisa. Pero también nos queda la satisfacción del deber cumplido, de haber hecho por ella todo lo que se ha podido para que se sintiese bien en todo momento, y en eso sin duda, todo el personal del centro de una forma u otra ha participado. Porque vosotros erais también su familia, de la que recibió cuidados, paz y mucho amor, en general.Por todo, Gracias, Gracias, Gracias.
De su familia e hijos: Ricardo, Francisco y José Miguel
Granada 12 de agosto 2020
Querido EntreÁlamos,
Ahora que nuestra madre nos ha dejado, queremos agradeceros de corazón todas vuestras atenciones con ella.
A todos vosotros qué habéis estado ahí ayudándola todo este tiempo: Belén desde la dirección, Elena, la trabajadora social, que siempre nos ha ayudado con todos los trámites burocráticos, Marina y Zulema, las psicólogas que siempre han estado ahí, a los doctores Elisa y Juan Carlos por su apoyo constante y su bien hacer con nuestra madre, a los enfermeros Rocío, Irene, Gertru, Andrea, David, por su profesionalidad y buen trato; a Jorge, el fisio, que ha hecho todo lo que ha podido; a Maribel, Lucrecia, Esperanza por su trato exquisito desde su puesto de la puerta; y tantos nombres que se nos olvidan: auxiliares, supervisión, lavandería, cocina, limpieza, y a todos en general, a todos los que habéis conseguido que esta última parte de la vida de nuestra madre haya sido menos difícil de lo que hubiese sido sin todos vosotros.
Muchísimas gracias por el cuidado, respeto y cariño con el que siempre habéis tratado a nuestra Madre.
La familia de Laura Fernández Olmedo
Granada 29 de Mayo de 2020
Nuestro agradecimiento a la Residencia Entreálamos:
Tras la pérdida de nuestra madre, Dolores González Roda, no queremos dejar pasar la oportunidad de mostrar nuestro agradecimiento a todo el personal que trabaja en la Residencia Entreálamos, Dirección del Centro, Trabajadora Social, Médicos, Enfermería , auxiliares de enfermería , Terapia Ocupacional, Animación, Administración, Cocina, Limpieza, Lavandería, Fisioterapeutas, Recepción, Peluquería, Mantenimiento y servicios etc, que hicieron posible, que la última etapa en la vida de nuestra madre fuese más agradable.
En todo el tiempo, el cariño, respeto y el trato recibido fue inmejorable, recibiendo todos los cuidados y atenciones que precisaba, haciéndola disfrutar de una adecuada calidad de vida. Desde el principio y hasta el final se encontró acogida, integrada y feliz. Hizo muchas amigas en los doce años que aquí vivió, unas quedaron en el camino y otras, aún siguen residiendo en lo que mi madre llamaba “mi casa”.
No queríamos que llegara este doloroso momento, pero a sus 93 años, se marcho para disfrutar de su merecido descanso, y nos dejo su cariño y su recuerdo.
Gracias, que sigan haciendo esa gran labor permitiendo que la vejez de nuestros mayores sea más grata.
Un Abrazo, de los hijos de Dolores González Roda
A todos los trabajadores y trabajadoras del centro residencial EntreÁlamos
“A finales de septiembre nos dejó Concha Medina Caballero “la Madrina” después de una larga temporada en la RESI.
En su nombre y en el mío propio quisiera ante todo reconocer vuestra calidad humana, paciencia, dedicación, simpatía, desvelo y preocupación que demostráis día a día para que tanto residentes como familiares nos encontremos como en nuestra casa.
Destacar mi AGRADECIMIENTO a:
La Dirección del Centro, Trabajadora Social, Médicos, Enfermería y Terapia Ocupacional, Farmacia, Animación, Administración, Cocina, Limpieza, Lavandería, Departamento de Psicología, Fisioterapeutas, Recepción, Peluquería, Mantenimiento y Jardines y al gran motor de la Residencia EL CUERPO DE AUXILIARES.
Un fuerte abrazo para todos/as”
Antonio Pereira Gutiérrez
Septiembre 2019
«Hace 6 años y 3 meses que empezó mi relación con la residencia EntreÁlamos. Mi suegra Isabel y mi hermana Juana, han residido en ella y queremos agradecer a todo el personal la profesionalidad y el cariño con el que las han tratado, así como el apoyo que hemos recibido en esos momentos en los que hemos estado más bajos de ánimo. Le tenemos un cariño muy especial a Elena, la trabajadora social, porque llegamos muy perdidos y ella nos atendió con tanta humanidad y tanto cariño….Por lo cual mi marido y yo estaremos siempre agradecidos»
Maribel Pajares
Septiembre 2019
«A la residencia EntreÁlamos:
Os agradecemos las hijas de Antonia Rubio el trato recibido hacia nuestra madre, las muestras de cariño, el afecto hacia nosotras y hacia ella, ese gran compromiso y profesionalidad hacia ella.Damos las gracias al equipo médico,en especial a la Doctora Elisa por su gran cariño y vocación, al equipo de enfermeros y enfermeras qué la habéis tratado con tanta dulzura y por supuesto a todas las auxiliares que cada momento habéis estado pendientes de ella dándole ánimos y muestras de cariño hacia ella. También a los fisios y especialmente a Marina que siempre subo tranquilizarla y darle mucho cariño.
¡¡Gracias de corazón!!»
“Queridas amigas y amigos:
El día 4 recibíamos vuestra llamada diciendo que nuestra madre había sufrido un episodio de pérdida de conciencia y que iba a ser trasladada al hospital. Fue allí donde los traumatólogos y neurólogos nos comunicaban la gravedad y fatal noticia, esa que nunca nadie quiere oír y que nos anunciaba que el cordón umbilical que nos unía a la madre, en poco tiempo se rompería, no se equivocaron, un maligno en su cabeza, nos separó el pasado 22 viernes.
No podemos agradecer personalmente y por eso este reconocimiento escrito a todo el equipo y residentes de esta que era “su casa”.
¡Qué cuidados, qué cariño, qué compañía…le habéis dado!
Gracias, gracias, gracias…de su parte y nuestra.
Os llevaremos siempre en nuestro corazón.
Pepe y Julio…hijos de Felisa.”
Enero de 2019
“Trudy Grádel, querida mamá, abuela, bisabuela, amiga.
Has pasado 6 años en EntreÁlamos antes de irte.
Quiero dar mis gracias a todo el equipo de EntreÁlamos, María que habla alemán, la directora muy simpática, las enfermeras, las chicas de la recepción.
Ustedes son tan cariñosos con los ancianos que la familia no habría podido hacerlo mejor.
Aunque Trudy ha entendido poco castellano, su entorno fue tan amable y atenciónado que no le importaba.
Le gustaban mucho las canciones, bailar, pintar.
Trudy te vamos a echar de menos.
Todo bien para esta casa de mayores, seguramente la mejor de Granada.
Úrsula Schneider, su esposo Jacques ,sus hijas, sus nietos y nieta.”
Junio de 2018
«Quiero, en nombre propio y en el de mi familia, expresar mi más sincero agradecimiento por el exquisito trato que usted y todos los trabajadores de la Residencia Entreálamos dispensaron a mi Madre.
Aunque han pasado ya casi seis meses que nos dejó, no hemos dejado de pensar en este tiempo que a mi Madre le gustaría os trasladáramos lo que en tantas ocasiones nos decía hablando con ella y lo que también nos comunicaba sin hablar, por lo feliz y tranquila que estaba en su CASA como ella os llamaba.
Es de justicia rogarle que transmita a todos sus empleados nuestro reconocimiento eterno por el cariño que han dispensado a mi Madre.
Desde su ingreso en vuestra Residencia Entreálamos le habéis hecho conservar su salud física y mental extraordinariamente durante casi 12 años, hasta sus últimos pasos en el camino de su vida el 08/01/2018, gracias a Dios en su Residencia, su último y querido Hogar.
No puedo dejar de agradecer a todas sus amigas y familias con las que ha vivido y disfrutado de su Hogar, a nuestras queridas amigas: la señora Ángeles, Mercedes, Josefa, María, Antonio, etc… que para ella han sido su primera familia, mientras nosotros agradecíamos y nos tranquilizaban desde un poco más lejos, incluso a los familiares que acompañan a sus mayores que afortunadamente hemos conocido y han acompañado a mi Madre con amor y gratitud infinita todos estos años. Doy fe de ello.
Reciba un cordial y afectuoso abrazo en Agradecimiento a vuestra labor y sentido de Familia.»J. Germán Escudero Martínez
Junio 2018
“AGRADECIMIENTO A ENTREALAMOS
Los familiares de Paquita Fernández, Carmen Ramos y María Álvarez queremos dar las gracias a TODO EL PERSONAL de EntreÁlamos por la atención, el cuidado y el cariño con el que habéis tratado a nuestras tres abuelas, haciéndolas sentir como si estuvieran en su casa.
Unas han estado más tiempo y otras menos.
En 2009 llegó Paquita, luego Carmen y por último María.
Han tenido sus momentos buenos y regulares, pero siempre cuidadas y animadas por las auxiliares, enfermeras, fisios, etc. Nosotros también nos hemos sentido apreciados y miembros de la gran familia de EntreÁlamos.
Muchas gracias y un abrazo muy fuerte para todos.
El nombre de los familiares”
Reme Alcaraz
Mayo 2015
«Muestra de agradecimiento al Centro Residencial de Mayores EntreÁlamos
Han sido casi tres años los que mi madre María ha estado viviendo en el Centro Residencial de Mayores EntreÁlamos. Durante todo este tiempo, esta ha sido SU CASA, y lo quiero resaltar porque todas las personas que allí se encuentran han sido su familia. Es digno de admirar la gran calidad humana que hemos podido sentir de todas las personas que allí trabajan día a día con tanto cariño y tanta profesionalidad, cuidando siempre hasta el último detalle.
María ya no se encuentra entre nosotros desde el pasado mes de Marzo, pero sí nos hemos quedado con la sensación de que ha sido muy feliz y muy bien cuidada hasta el último momento.
GRACIAS a toda la residencia. Siempre os llevaremos en nuestro corazón.»
Gracia Palma Jiménez y Roland Wehle
Mayo 2011
«Hace ya unos días mi madre, María De la Osa, nos dejó. Fueron momentos muy duros y difíciles. Pero hoy desde el inmenso amor que se tiene a una madre, desde la resignación y desde el sosiego quiero expresar mi reconocimiento y gratitud hacia todas las personas que trabajan (auxiliares, enfermeras, recepcionistas, médicos, fisioterapeutas, limpiadoras…) en la residencia EntreÁlamos.
Durante el periodo de tiempo que mi madre estuvo entre ustedes, fueron su segunda familia, pero no solamente para ella sino también para mi padre y para mí. Ustedes le dieron a mi madre lo más bonito que un ser humano puede dar a los demás: entrega, cariño, amor.
Por ello, desde aquí quiero expresarles el nombre de mi padre y en el mío, y seguro que, en nombre de mi madre, nuestro reconocimiento a su labor, a su trabajo, a su profesionalidad y ofrecerles mi amistad para siempre porque siempre ocuparán un lugar importante en mi vida y en mi corazón.»
Manuel Vera de la Osa
«A/A todo el personal de EntreÁlamos:
Escribo esta carta para dar las gracias a todo el personal de la residencia gracias por haber cuidado de mi madre de nuestra abuela y nuestra suegra durante tantos años.
Gracias por haberla tratado tan bien, dándole todos los cuidados que necesitaba, preocupándoos siempre por lo que era mejor para ella.
Nunca lo olvidaremos.
Un abrazo de su hija y toda su familia.»
Mª Carmen Gutiérrez García
Noviembre 2009
“Los familiares de Carmen Ruiz Villalta, tras su reciente fallecimiento, queremos expresar nuestro agradecimiento más sincero por la atención que ha recibido durante los casi 6 años de su estancia en el Centro de Mayores EntreÁlamos. Este agradecimiento es extensivo a todo el equipo profesional del centro, pero en especial a las auxiliares que han convivido en el día a día con Carmen, ofreciéndole lo mejor de su labor profesional. También queremos destacar el excelente trabajo del equipo sanitario, su dedicación y cuidado, y la atención y comprensión que en todo momento hemos recibido por parte de la dirección del centro.
La labor conjunta de los profesionales de EntreÁlamos siempre has ido de la mano del mejor trato humano y de las continuas muestras de afecto, imprescindible para que una persona aquejada de Alzheimer, como Carmen, sintiera que el Centro de Mayores era su casa. Así ha sido todos estos años. Por todo ello, les transmitimos nuestro reconocimiento por la labor que realizan y les quedamos agradecidos para siempre.”
Octubre 2009
“A todo el personal de la residencia EntreÁlamos
Queridos todos: Durante más de Cuatro años seguidos, nuestra madre: Felisa Molina Arenas, ha convivido con ustedes en ese centro.
Durante los primeros meses tuvimos alguna desavenencia con su forma de actuar, pero pronto entendimos que todos lo hacían por bien de los residentes. Hay cosas que se pueden pagar con dinero, pero el cariño que ponen en su trato a las personas que tienen a su cargo es del todo impagable. Por ello deseamos manifestarles públicamente nuestra más sincera admiración y por supuesto nuestro eterno agradecimiento.
Recibe nuestro más cordial saludo:”
María Dolores Piedra Molina y Francisco Sánchez Rasero
“En la muerte de nuestra madre:
Blanca López López
La reciente muerte de un familiar tan directo cómo es una madre, no por esperada, es seguramente una de las experiencias más significativas e importantes de una vida, sobre todo cuando además ya se ha perdido al padre. Con los años se pierde en parte la componente trágica de una muerte para transformarse en un periodo de reflexión en el que afloran los sentimientos más íntimos de cada uno y adquiere un verdadero valor lo que realmente importa en esta vida, en la que tanta energía se gasta de forma inútil e improductiva, es sin duda uno de los aspectos positivos de una muerte.
A pesar de que los últimos días de nuestra madre han sido especialmente difícil es debido al desarrollo de su enfermedad, a nosotros sus hijos nos cabe la satisfacción de recordar, y nunca lo olvidaremos, la paz, el sosiego y la tranquilidad que nos transmitió su rostro durante la última etapa de su vida que vivió entre vosotros en la residencia EntreÁlamos, debido sin duda al cuidado, al servicio, al cariño y a las atenciones, en una sola palabra, al amor, que muy por encima del deber profesional, ha recibido de todos y cada uno de sus empleados, y que ahora, tras su muerte, adquieren la grandeza, la calidad humana y la importancia real de un equipo humano como el que formáis todos vosotros.
Lamentablemente mi madre falleció el pasado día 15 de julio.
Gracias a dios, desde ese día tanto vosotros como nosotros tenemos un aliado más en el cielo.
Con toda la emoción y la sinceridad de los momentos vividos, y el nombre de toda su familia:
Simple y sencillamente GRACIAS.
José Manuel, Luis, Blanca, Gloria y Teresa, sus hijos.”
Febrero 2009
“Sr. Director del Diario Ideal de Granada:
Desde las páginas de su periódico, Cartas al director, deseo agradecer a la residencia EntreÁlamos los cuidados, atenciones, afecto y cariño que ha recibido mi padre, Joaquín hasta su fallecimiento. Aunque la residencia cuenta con unas instalaciones inmejorables, imprescindibles para el bienestar de los residentes, lo que realmente es importante para el residente, es el trato humano de todos los que trabajan en la misma, desde las limpiadoras hasta su directora.
Durante su enfermedad mi padre se sintió como “en casa” rodeado de afecto y cuidados. El Fisioterapeuta Jorge es un profesional que como dicen los residentes “hace milagros” su saber profesional, su afecto, cariño y simpatía hacia los residentes hace que sea muy querido por estos y sus familiares. Los tres últimos días de enfermedad de mi padre estuvimos en la residencia hasta su fallecimiento y no encuentro palabras para agradecerles el cariño, afecto y cuidados que recibió mi padre por todo el personal de la residencia. Igualmente he recibido el afecto de todo el personal y, sobre todo, de María Jesús, Asistente Social, en los momentos más dolorosos hizo que todo fuera más fácil.
Agradeciendo, anticipadamente, su publicación se despide atentamente.”
Carmen Fernández Velázquez
«Tras el fallecimiento de mi hermana C.M.S, en su nombre y en el mío propio vengo con la presente a expresar mi gran admiración y mi gran gratitud a toda la dirección y todo el personal en general por su amabilidad, su paciencia, por el cariño recibido y por toda la atención que ha recibido por parte de todos.
A pasado el último año de su vida ¡tan feliz de estar junto a ustedes!. Qué maravilla de comedor, qué limpieza, qué acogida.. Me faltan las palabras para agradecerles lo bien que se han portado con ella.
Le saluda atentamente,»
L. Valero»
Diciembre de 2023
Para la Residencia EntreÁlamos.
Apreciada amiga Belén y mejor directora:
Mi salida de la residencia fue un poco precipitada e incorrecta. Los hechos me sobrevivieron de golpe: llevaba consigo problemas de próstata y de una hernia inguinal, pero sobre todo mi falta absoluta de apetito y consiguiente debilidad con pérdida de masa muscular e hinchazón de las piernas me alarmaron sobremanera. La culpa fue mía por no hacerme una revisión, al menos una vez al año, y mi rechazo a los medicamentos mientras me encontrase bien. Exceso de confianza. Aparecieron lo que el párroco de mi pueblo llamaba “flaquezas de la vejez”.
Pero debe quedar claro que las atenciones y buen hacer de trabajadores y directivos fueron excelentes. Tengo que resaltar ante todo el calor humano que percibí en todos. Tú, Belén, en la dirección, la sonrisa de Ángela, Vanesa y Zulema, la atención de Maribel que me proporcionaba los sudokus del periódico, el trato exquisito de Yolanda en el comedor, de Cristina en la fotografía, de Ana y Jorge en la rehabilitación y de Lidia en el cuidado de la habitación.
Aquí mi sobrina Conchita me atiende con la mayor entrega y cuidado, y espero recuperarme. Mis mejores recuerdos a los compañeros de mesa en las comidas – Hipólito, Miguel Ripoll, Juan y Mari Carmen. Recuerdos especiales a D. Francisco, a los componentes del consejo de mayores, y otros muchos que no cito por no ser pesado y prolijo. Es la mejor residencia no solo por su aspecto monumental e instalaciones junto con su entorno físico, sino por la calidad humana del personal directivo y trabajador.
Hasta siempre, mis mejores deseos y augurios por parte de Antonio Peramos.
Que la Navidad y el próximo año estén llenos de parabienes.
19 de abril de 2023
Para la Residencia EntreÁlamos.
Hola soy hijo de Trinidad Mesa Ruiz, mi madre ingresó en la residencia en enero de 2014.
Quiero agradecer y dar las gracias, desde a su directora hasta su último empleado, por el comportamiento con mi madre en todas sus necesidades, en especial al doctor, a la doctora Elisa y al personal de enfermería, que hicieron más fácil y sin dolor sus últimos días de su vida.
Deseo que sigáis con esa gran labor que realizáis con los mayores, sin otro particular me despido atentamente.
E.S.M
12 de julio de 2020
Para la Residencia EntreÁlamos.
Este texto va dirigido a la familia de residencia EntreÁlamos, pero sin duda es una de las cartas que más trabajo me va a costar escribir ya que expresar sentimientos en forma de palabras es algo complicado por eso creo que es mejor explicar un poco lo vivido para poder envolvernos y arroparnos en un profundo abrazo tan prohibido en estos tiempos…
Hace aproximadamente 4 años y mirando el contexto de no poder ofrecer a mi abuela las atenciones que necesitaba, la familia decidió que la mejor forma de actuar, era que ella entrará en la residencia. La decisión fue dura y complicada porque todo el mundo piensa, que de alguna forma cuando se envía al “abuelo” a la residencia, es como el que manda el coche al desguace, pero en realidad no es así… más bien se trata de buscar ofrecer la calidad de vida y humana que se merece una persona en su recta final de vida.
Una vez formada la decisión de que la abuela iba a la Residencia, ahora tocaba elegir el lugar a donde iba a ir. Es gracioso pensar en este hecho concretamente, porque la elección también, no deja de ser una elección para limpiar de alguna forma “la conciencia” de quién elige por esa persona… para que el día en el que llegue este momento, poder decirse a uno mismo: “Por lo menos ha estado en un sitio donde la han tratado lo mejor posible” …
Y qué ignorantes éramos cuando pensábamos que una residencia era solo una elección.
Nunca se me olvidará el primer día cuando la llevamos y parecíamos una “boda gitana” … en el sentido de que toda la familia nos mirábamos unos a otros con un pellizco en el estómago, pero a la vez limpiando nuestra conciencia con lo que veíamos a nuestro alrededor… Para los que no conocíamos la residencia, era un sitio increíble, majestuoso… un hotel de 5 estrellas en mitad de los Álamos, en el que a la abuela no le iba a faltar de nada e iba a estar acompañada de gente de su edad…
Pero… qué ignorantes éramos cuando pensábamos que elegir una residencia era solo una elección…
Las primeras semanas era muy extraño. Entrábamos a la residencia y nos preguntaban Nombre, D.N.I. y de quién éramos familiares. Pasábamos dentro y no parábamos de ver personas que nos miraban con miradas muy penetrantes y observadoras que respondían de forma muy breve y concisa cuando los saludabas con un ¡¡¡Buenos días!!!, ¡¡¡Hola!!!… Pero es verdad que, aunque la abuela todavía extrañaba, ya veíamos que mejoraba y que estaba teniendo algunos progresos.
El tiempo fue pasando y en la recepción ya nos decían: vienen a ver a Isabel, ¿verdad? Y esos ¡¡¡Hola!!! y ¡¡¡Buenos días!!! se empezaron a convertir en sonrisas, saludos… en: ¿Otra vez estáis por aquí?… y lo mejor es que mamá cada vez estaba mejor y más feliz…
Además, si teníamos un poco de suerte podíamos participar o ver la actividad de la semana, y disfrutar de esa entrada temática al recinto, digna de los mejores artistas de fama mundial…
Hemos visto cuadros, composiciones, manualidades… el árbol de Navidad con esas bolas de cristal en las que hijos, nietos y bisnietos jugábamos a “encontrar a MAMA” …
Pero… qué ignorantes éramos pensando que solo era elegir una residencia… y repito esta frase tantas veces porque…
Pasaron las primeras Navidades, pasaron los años y todo lo que hasta el momento os estoy contando, había cambiado por completo y sin darnos cuenta… ya no estaban las “mujeres de recepción”, “limpiadoras”, “enfermeras”, “auxiliares”, “cocineras”, “terapeutas”, “dirección”, “los propios usuarios” … (y si se me olvida a alguien, por favor me disculpáis…)
¡¡¡De pronto todo el mundo tenía nombre!!!
Incluso antes de subir a la segunda planta en busca de MAMA, teníamos que hacer el recorrido saludando a unos y a otros… porque como se te pasara alguno incluso “te llamaban la atención” jeje.
Es en este momento, cuando la abuela ya hablaba de la residencia como de “su casa” … pero es que en realidad ya era su casa…
Siguió pasando el tiempo y MAMA cada vez era más feliz, porque en nuestras visitas ya no solo estábamos la familia… estábamos la familia y nuestro corro de amig@s que se sentaban junto a nosotros a participar de la tertulia. Y es que en la residencia no solo había “coches viejos” …
Porque si algo nos ha demostrado la residencia, era que detrás de cada nombre, de cada persona… había una cantidad de historias y vivencias increíbles… Hemos compartido guerras, penas, tristezas, alegrías, anécdotas y curiosidades, que perfectamente podrían ser los párrafos de una novela best seller.
Además, ya había una ventaja. Dependiendo de la época del año, teníamos “reservado” nuestro sitio. Si era invierno, la zona de la cafetería-comedor o la cristalera de la segunda planta con vistas al parking y si era verano nos tocaba en alguno de los extremos de izquierda o derecha junto a la curva de subida o bajada a la residencia.
(No os podéis ni imaginar lo que hemos echado de menos ese ratico estos meses de cuarentena y lo que lo vamos a seguir echando…)
Y el tiempo fue pasando y pasando y la gran familia unas veces iba creciendo y nos traía nuevas personas a nuestras vidas, pero otras veces al llegar, nos encontrábamos con que alguna hoja del árbol se había caído… Cuando esto pasaba, dolía mucho.
Si algo me llamaba la atención era que cuando una persona mayor nos contaba una historia, sus ojos empezaban a brillar y de pronto salía su niñ@ pequeño y aventurero porque si algo tiene EntreÁlamos, es que está lleno de niñ@s pequeños en cuerpos de mayores…
Y mientras MAMA disfrutando de la compañía, escuchando las historias y haciendo aportaciones… Aunque, había veces que cuando no le interesaba o tenía el día “atravesaillo” te decía:
¡¡¡Cucha, mira un pajarillo!!! o ¡¡¡Mira qué flores más bonicas!!!…
Era su forma de decirte diplomáticamente “Hoy no tengo ganas de que me cuenten historias” jeje.
Pero si había algo que a MAMA le alegraba el día era un buen refrán y es que: En boca cerrá no entran moscas, pero… solamente la gente que ha compartido esos momentos sabrá cómo termina, jeje.
Nos encantaba cuando alguno de los trabajadores de la residencia nos contaba las anécdotas que habían pasado en los días previos o simplemente al pasar le decían:
Isabel ¡¡¡Guapa!!! o Isabel ¡¡¡cuánto te queremos!!!
Porque que sepáis que para las familias que vamos de fuera a visitarlos, esos gestos de afecto los agradecemos mucho, y ver tanto cariño y tantos besos y abrazos a tus seres queridos por parte del personal siempre ha sido de agradecer.
Pero por desgracia el marzo pasado llegó algo inesperado que nos cambió la vida a todos. Llegó el dicho dichoso “Bichejo” y nos quitaron el tesoro más preciado que teníamos… dar Besos y Abrazos. De la noche a la mañana todo se cerró y de alguna forma todo se perdió. Todas esas visitas, charlas, amig@s y a nuestra abuela ya no podíamos verla. Qué vacío más grande y qué raro era todo… Para la familia el único consuelo que nos quedaba era confiar en que la “familia de EntreÁlamos” iba a cuidar a MAMA como siempre, y cómo lo habéis demostrado protegiendo a todos del maldito bicho.
Y en las duras fue cuando pudimos de nuevo comprobar la calidad humana de la residencia… Nuestra familia de allí nos informabais de todo y cuando nos llegaban los vídeos de cómo estaba Isabel, para nosotros era un consuelo el poder verlos, aunque fuera por videoconferencia y poder ver sus reacciones cuando le grabábamos un vídeo o jugábamos con las marionetas…
En realidad, le creasteis una “burbuja protectora” que, aunque extraña, les hizo vivir lo más gordo de esta Pandemia con mucha calidad de vida.
Han sido unos meses muy duros en los que la familia le pedíamos al de arriba, que a MAMA no le pasará nada hasta que por lo menos pudiéramos estar con ella y sobre todo que estuviera bien. En el fondo creo que entre esa energía positiva y vuestros cuidados conseguimos el objetivo…
Por fin fuimos pasando de fases y llegó la hora… celebramos como si de un Mundial se tratase la llegada del e-mail de la residencia en el que decía:
“que, de forma segura, ya se iba a poder ir haciendo visitas…” ¡¡¡Qué subidón!!!
¡¡¡Y por fin llegó el día!!! y uno a uno los hijos pudieron ir a ver a su madre.
Lo que no sabíamos era que MAMA había estado aguantando como una campeona pero que a lo largo de la cuarentena había tomado una decisión. La decisión era que ella iba a dar la posibilidad de que todos sus hijos se despidieran de ella como le habíamos pedido, pero que una vez lo hicieran ella se iba a ir a descansar… y así fue…
Primero fue su Pepito, luego su Carmela, luego su Loli, su Mari y su Vicente…
Pero mamá tenía un secreto guardado y es que mientras que sus hijos iban a verla, como si de una vela que se iba apagando se tratase ella, ya estaba acompañada por PAPA y por su MANOLO, que cogiéndola de las manos la acompañaron hasta la luz y la vela de pronto se apagó…
Hoy 12 de julio de 2020 ha sido su funeral en Pinos Puente y aparte de ser muy emotivo por todas las muestras de cariño de familiares y amigos, el cura le ha dicho una misa preciosa y llena de verdad, en la que ha hecho una reflexión sobre la vida y de la importancia de dar cariño y aprovechar todas las ocasiones que podamos con nuestros seres queridos…
En la misa también ha intervenido un amigo de la familia que le ha leído unas poesías preciosas, en las que de forma anecdótica una comenzaba:
“Cuando yo me vaya… los pájaros seguirán cantando…”
No he podido evitar que en mi mente apareciera ella diciendo: ¡Mira el pajarillo! Y de fondo los Álamos silbando al pasar el viento entre sus hojas…
De parte de Isabel Gutiérrez Álvarez y familia.
Gracias a toda la familia de EntreÁlamos por cómo os habéis portado con nuestra abuela y con nuestra familia todo este tiempo.
P.D: Todas las buenas personas se merecerían vivir su recta final entre álamos….
Junio 2019
“Hoy hace un mes que mi madre, Ángeles Valdivia Gil, falleció en la residencia EntreÁlamos y quiero agradecerles enormemente, una vez más, a todo el personal del centro su profesionalidad y bien hacer con personas de edad avanzada y con la salud deteriorada.
Especialmente mi gratitud a las psicólogas, auxiliares, enfermeras y médicos que por su trato más directo con ella la colmaron de cariño y delicadeza en todos los momentos.
Agradecer igualmente la tranquilidad qué ofrecéis a los familiares de los residentes y en este caso a mí, que vivo lejos de Granada y que en todo momento me he sentido tan bien atendida como mi madre, informándome y asesorándome siempre de las actividades y terapias más convenientes para mantener la salud física y mental de mi madre, como por ejemplo la terapia con “Elvis” (el perro) qué tanto la hizo disfrutar.
Muchísimas gracias, un fuerte abrazo.”Ángeles M.V
Septiembre 2019
«Carta dirigida al personal de la residencia EntreÁlamos
Tras el fallecimiento de Juana Pajares, después de permanecer durante casi 3 años en la residencia EntreÁlamos, su esposo José Gálvez apoyado por toda su familia (hijos, hermanos, cuñados, etc.), sentimos la necesidad de manifestar mediante este escrito un sincero agradecimiento a todo el personal del centro, tanto sanitario como de rehabilitación, limpieza, administrativo… por los cuidados esmerados, la profesionalidad y el agrado con el que han prestado sus servicios en situaciones tan delicadas y que debían ser atendidas con permanente dedicación. Hemos compartido y vivido en la residencia un ambiente de verdadera familia en la que, tanto enfermos como familiares, hemos forjado unos lazos de unión y amistad envueltos en una gran afectividad que ha contribuido a compartir las penas amargas con sonrisas sinceras y entrega fraternal para ayudarnos mutuamente.
Todo este ambiente, reforzado por la actitud de servicio vocacional de todo el personal, ha contribuido a que nuestra estancia en la residencia se haya podido llevar a cabo de forma más llevadera.
Por tanto, como es de “ser bien nacido el ser agradecidos” queremos manifestar públicamente nuestro agradecimiento que, por una parte nos sirve de desahogo al expresar algo que nos sale del interior y por otra, de reconocimiento a la labor ejemplar que con tanta dedicación y entrega realizáis todo el personal para dar a cada enfermo o residente el máximo cariño y atención.
Gracias de nuevo y un fuerte abrazo a todos y todas.»José Gálvez
Julio 2018
«Estimado Director del Ideal:
Me llamo Luis Quesada montes de 85 años de edad y de profesión panadero y residente del Centro de Mayores EntreÁlamos desde hace 2 años.
Me operaron de cáncer de colon hace ya 5 años y aunque ya no tengo que pasar revisiones, si me quedaron algunas secuelas ya que tengo una colostomía de por vida producto de la cirugía. Además me dieron 28 sesiones de radioterapia y no puedo andar, por lo que necesito para mí desplazamiento una silla eléctrica.
Los cuidados diarios que necesito me hacen totalmente dependiente ya que me tienen que duchar y asear a diario por un personal al que le quiero dar las gracias públicamente ya que hacen que mi vida tenga cierta calidad por lo que agradezco a mi residencia todo lo que hacen por mí ya que yo jamás ni soñando podía pensar lo bien que me siento.
El motivo del presente escrito no es otro que el de agradecer al Equipo Humano de nuestra Residencia el incesante y necesario esfuerzo que realizan con su labor y trabajo diario para que, todos los residentes que componen esta gran familia, podamos tener calidad de vida.
Me sentiría muy agradecido que me publicará esta carta, un saludo.»Luis Quesada Montes
«Hola, solo soy una hija agradecida que quiere transmitiros todo mi agradecimiento por la labor que cada uno en su puesto desarrolla para que nuestros familiares sobrelleven la etapa que más ayuda y dependencia necesita.
No podría nombrar a cada uno de vosotros/as puesto que no he tenido con todos/as el mismo contacto. Se tiene más Feeling con unos que con otros, se conocen de hace tiempo, de otros sitios, se comienzan relaciones más allá de las que son de vuestras funciones…
En fin, me quito el sombrero porque considero que no todo el mundo en esta vida sirve para realizar esta labor humanitaria que conlleva ese cariño y sensibilidad. Gracias por todo lo que habéis hecho por mi padre en su estancia en el centro.
Gracias a todosP.D: Recordar siempre que cada residente es padre, madre… de alguien como vosotros. Gracias»
María Susana Leiva Guerrero
«El pasado 3 de noviembre, murió en nuestra madre Filomena Leal flores.
Filomena ha residido en EntreÁlamos más de 5 años.
Durante esos últimos días hemos podido comprobar personalmente el día a día de esta residencia, de este gran hogar que es EntreÁlamos.
Nos sentimos como en casa y nos emocionamos con el calor, el cariño, la generosidad que de forma espontánea nos ha dedicado todo el personal de la residencia: Médicos, psicóloga, enfermeras, fisios, auxiliares, limpiadoras, cocina, mantenimiento, recepción…
Entre todos formamos una gran familia para que Filomena se fuera de la mejor manera posible.
Nos habéis emocionado con el cariño que habéis manifestado a nuestra madre, nos habéis emocionado con vuestra humanidad, con vuestro respeto y competencia.
EntreÁlamos tiene una situación privilegiada, unas dependencias magníficas, unas buenas instalaciones, pero fundamentalmente, un equipo humano que va más allá de la competencia, que se entrega e involucra como si de una gran familia se tratara.
Gracias en nuestro nombre y en el de nuestra madre. Gracias por vuestros cuidados y mimos hacia ella durante todo el tiempo que ha permanecido aquí. Gracias por hacernos sentir en nuestra propia casa, gracias por todos y tantos desvelos que mi madre os ha causado…
Filomena hizo grandes amistades en esta casa que ahora también son nuestras. Gracias por ayudarla en sus momentos bajos y por compartir con ella los buenos momentos: José, Mercedes, Cuca, Maruja, Pepita, Josefa y todos, todos los residentes. Estáis en nuestro corazón y no os olvidaremos.
Segura que ella os está dedicando una sonrisa, gracias de todo corazón en su nombre y en el nuestro,»
Constantino, María dolores, Emilia, José Ignacio, Benito, Ramón
Abril 2010
«A la residencia EntreÁlamos con mucho afecto
Sr. Director de Ideal. Granada.
Hace unos días murió en la residencia mi hermana María Conesa Martín de Villodres.
No tenemos palabras para agradecer los cuidados y atenciones que han tenido con ella todos los que componen su plantillas son maravillosos y de una calidad humana muy grande nombrarlos a todos sería imposible.
Han sido 8 años los que ha durado su estancia en esta residencia y jamás olvidaremos sus atenciones y “buen hacer”.
Recuerdo bastantes anécdotas: buscaba florecillas silvestres por los jardines de la residencia y las llevaba a la capilla. Procuraba ayudar a quienes podían menos, era muy querida.
Muchos domingos nosotros oíamos misa en la residencia y después nos sentábamos bajo la mimbre llorona: recordábamos a familiares y lo pasábamos muy bien.
Durante mucho tiempo fue feliz rodeada de cariño y atenciones. Después su enfermedad se fue agravando y, hoy al fin, descansa en la casa del padre, qué es destino y deseo de todo cristiano.
Gracias a «todos» y que sigan haciendo esa gran labor: hacer que a nuestros mayores le sea más grata su vejez.
Muy agradecido.»
Abril 2007
“En nombre de Anita,
Queremos agradecer a todos los que formáis parte de EntreÁlamos las atenciones, el respeto y el cariño que siempre habéis mostrado hacia ella, y destacar la profesionalidad y la amabilidad del personal de la residencia.
Entre todos hicisteis posible que nuestra madre fuera muy feliz aquí.
Gracias por ayudarnos a cuidarla y hacerla sentir como en casa.”
Sus hijos Beatrice y Kristian
Agosto 2006
“Al personal y residentes de EntreÁlamos
Nuestro agradecimiento a todos los que contribuyeron con su cariño y cuidados para crear “pequeños momentos felices” en los últimos años de la vida de nuestro Padre, Francisco Torres Puertas; siendo para él “EntreÁlamos” su propio hogar:
“la casa más grande del Cubillas es la mía” (le dijo a un amigo)
Con afecto.”
Familia de Francisco Torres
“Los familiares de Estrella Almendros Soto agradecen al personal de la residencia EntreÁlamos el cariño recibido, queriendo resaltar la profesionalidad con que desempeñan su difícil labor diaria con todos los residentes. Especial agradecimiento a la dirección de dicho centro.
Gracias.”
Joaquín Villanueva Muñoz
«Att. Sra. Directora y personal de la Residencia EntreÁlamos:
Como usted sabe, el pasado día 8 de Diciembre falleció en este centro nuestra madre A. L. M., después de casi ocho años de permanencia en esta residencia y nos dirigimos a usted para decirle que, aunque el dolor por su pérdida es difícilmente mitigable, ha sido un gran consuelo para nosotros saber que el trato que recibió en todo este tiempo fue inmejorable, y que gracias a los cuidados y atenciones que recibió en su centro, A. tuvo la mejor asistencia y calidad de vida que en estas circunstancias puede tener una persona.
Una y otra vez pudimos comprobar la calidad profesional y humana con que atendían a nuestra madre, más allá si cabe, del deber profesional exigible.
Ha sido un gran consuelo para nosotros saber que el trato que recibió en todo este tiempo fue inmejorable.
Por todo esto, creemos que es de justicia agradecerlo públicamente y decir que la “Residencia EntreÁlamos” cuenta con nuestra admiración y reconocimiento para siempre, especialmente el personal sanitario, auxiliar y administrativo que tenían cotidianamente mayor cercanía con A. Así pues, con muchos de ellos nos une ya una amistad personal imperecedera y el sentimiento de que nunca podremos agradecer suficientemente todo le bien que hicieron con nuestra madre.
Por todo ello, y en estas fechas próximas de Navidad, queremos desearles a todos ustedes la mayor de todas las felicidades y un futuro venturoso y llenos de alegría que premie con justicia todo lo bueno que supieron hacer con A.
Gracias de todo corazón.»