Intervención multidisciplinar en EntreÁlamos
Por Raquel Góngora – Psicóloga
La enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad motora, el tono muscular y los movimientos. Se trata de un proceso crónico, no prevenible y progresivo, un trastorno que tiene su origen en la degeneración y muerte progresiva de unas neuronas, las dopaminérgicas, cuyo neurotransmisor principal es la Dopamina, (en los ganglios basales), importante neurotransmisor necesario para la regulación de los movimientos, la marcha y del equilibrio.
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se manifiestan una vez que se produce una importante pérdida de las neuronas (hasta un 70%), encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular.
La EP es la segunda enfermedad neurodegenerativa después de la enfermedad de Alzheimer. En España están afectados unas 150.000 personas. Afecta por igual a hombres y mujeres dando igual raza, cultura o status. Sus causas son múltiples: genéticas, metabólicas, apoptosis, oxidación celular, tóxicos ambientales…
LOS PRINCIPALES SÍNTOMAS DEL PARKINSON
– TEMBLOR, PREDOMINIO EN REPOSO
– PÉRDIDA DE EQUILIBRIO
– LENTITUD DE LOS MOVIMIENTOS o BRADICINESIA
– RIGIDEZ MUSCULAR o HIPERTONÍA
– TRASTORNOS POSTURALES
– DEPRESIÓN, ANSIEDAD…
La asociación de dos o más de estos síntomas se denomina parkinsonismo. Existen también síntomas asociados o secundarios como cambios en el tono de voz que se torna más débil, cambios en el semblante que se vuelve menos expresivo, síntomas psíquicos como ansiedad, depresión y disminución de la líbido, trastornos del sueño, síntomas sensitivos (rampas, hormigueos…) trastornos leves del sistema nervioso autónomo (estreñimiento, aumento de la sudoración) alteraciones cutáneas (eczema seborreico) y disminución del sentido olfativo.
INTERVENCIÓN
En nuestro Centro Residencial Entreálamos consideramos de gran importancia el abordaje de la Enfermedad de Parkinson desde una perspectiva e intervención multidisciplinar debido principalmente al abanico de síntomas que abarca: farmacológica, psicológica, terapéutica, logopédica, médica e incluso en algunos casos quirúrgica.
En lo que se refiere a la esfera psicológica, en la Enfermedad de Parkinson, es cada vez más notorio y se presta más atención a la existencia de una serie de alteraciones cognitivas relacionadas (memoria, atención, percepción, agilidad mental, planificación de estrategias, etc). Es de vital importancia trabajar sobre estos aspectos ya que, en muchos casos, pueden ser más deteriorantes y limitantes para la calidad de vida del afectado y de su familia que los propiamente motores.
IMPORTANTES ASPECTOS QUE SE DEBEN TRABAJAR
Bradipsiquia: moderada a intensa lentificación de la velocidad del pensamiento y del procesamiento de la información, con tiempos de reacción neurológica aumentados. Tardar en entender una cuestión o en generar una respuesta a una pregunta.
Memoria: quejas subjetivas de «mala memoria» frecuentes. Memoria a largo plazo más dañada que la memoria a corto plazo, mejor reconocimiento que recuerdo. Lentitud en el recuerdo y dificultad para acceder a datos almacenados.
Síndrome Dis-Ejecutivo: Déficits cognitivos de resolución de problemas; planificar y definir objetivos, secuenciar pasos, planear acciones, autoevaluarse, toma de decisiones, modificar planes… Falta de flexibilidad mental y gran rigidez cognitiva. Perseveración de ideas.
Atención: Déficit para mantener la atención activa y la concentración.
Trastornos perceptivos: la percepción visuo-espacial es la que más se encuentra alterada, además de los problemas oculomotores periféricos. No perciben bien las distancias, la posición relativa de los objetos, la visión en tres dimensiones, la claridad de las imágenes, perseveraciones visuales, dificultad para atender canales multisensoriales creando confusión (ej. Ver y oir simultáneamente).
En relación a las alteraciones emocionales más frecuentes son la depresión, la apatía y la abulia, el aplanamiento de la personalidad y la ansiedad. Por lo general son consecuencia de las limitaciones que percibe el enfermo, y de las situaciones de estrés que se producen. Los síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios) y confusionales son también síntomas frecuentes en muchos casos, aunque no naturales de la enfermedad, por lo general efectos secundarios indeseados inducidos por la medicación.
En relación a las alteraciones conductuales asociadas destacan las alteraciones compulsivas y del control de los impulsos, tanto por exceso como por defecto.
Sin duda el apoyo psicológico desde etapas muy tempranas y a lo largo del proceso de la Enfermedad de Parkinson resulta fundamental.
Desde la Psicología existen diferentes formas de actuación con los pacientes de Parkinson, una intervención de carácter holístico que incluya las diversas áreas afectadas. Los objetivos generales son los siguientes:
- Afrontamiento de la enfermedad y de los cambios que produce.
- Mejorar el estado de ánimo mediante la aceptación y el manejo emocional, e incentivar las relaciones sociales y afectivas.
- Estimular un estilo de vida lo más activo posible.
- Mejorar la toma de decisiones y el autocontrol.
- Ofrecer información y estrategias para que entiendan mejor la enfermedad.
- Mejorar la autoestima.
- Mejorar la calidad de vida de afectados y familiares.
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